ADOLESCENTES COMO TESTIGOS DE LA RESURRECCIÓN
- Ismael López Serrano
- 1 abr
- 2 Min. de lectura

En la fe católica, muchos jóvenes han sido testigos de la resurrección de Cristo en sus vidas, ya sea por experiencias personales de conversión, milagros o testimonios de fe. En México, un ejemplo destacado es San José Sánchez del Río, un mártir cristero de 14 años que murió gritando: “¡Viva Cristo Rey!” con la firme certeza de la resurrección. Otro testimonio inspirador es el del Beato Carlo Acutis, un joven italiano apasionado por la Eucaristía y la evangelización digital, convencido de la presencia real de Cristo resucitado.
En un mundo donde muchas voces intentan apagar la luz de la fe, los adolescentes están llamados a ser testigos vivos de la Resurrección de Cristo. No se trata solo de un acontecimiento del pasado, sino de una realidad que transforma la vida hoy.
Los jóvenes en la historia de la Iglesia, como San José Sánchez del Río y el Beato Carlo Acutis, vivieron su fe con valentía. A pesar de las pruebas, nunca dejaron de creer en el poder de Cristo resucitado.
Es posible que algunos piensen que tienen demasiadas fallas para alcanzar la santidad, pero San Pablo, en 1 Tesalonicenses 4,8 y Filipenses 2,12-15, invita a todos a vivir en santidad. Por eso, surge una pregunta esencial: ¿Cómo pueden los adolescentes ser testigos hoy? Ser testigos de la resurrección en la vida cotidiana no implica esperar grandes milagros, sino vivir con alegría, esperanza y amor.
Cada vez que un joven elige el bien sobre el mal, el perdón sobre el rencor o la verdad sobre la mentira, está proclamando que Cristo vive en él. El testimonio también se refleja en la vida familiar y en las relaciones. Cuando un adolescente es un amigo leal, ayuda en casa sin quejarse o consuela a alguien que sufre, está mostrando que Jesús sigue vivo en el mundo. Asimismo, el testimonio requiere estar en conexión con Jesús a través de la oración, la Eucaristía y la vida comunitaria. Cada Misa es un encuentro con Cristo resucitado, quien envía a los creyentes a compartir su amor con los demás.
La Diócesis de Tampico ofrece diversas actividades para que los adolescentes vivan su fe y descubran el llamado a ser testigos vivos de la Resurrección. Es una oportunidad para fortalecer su compromiso cristiano y responder con valentía al llamado de Jesús.
Ser testigos de la Resurrección exige coraje. Defender la fe puede traer críticas o burlas, pero Cristo, que venció a la muerte, está siempre con ellos. Así como los primeros discípulos anunciaron con valentía el amor de Jesús, hoy los adolescentes están llamados a iluminar el mundo con la luz de Cristo. Hoy, Jesús les pregunta: “¿Eres mi testigo?” Que la respuesta sea un sí decidido, manifestado en sus palabras, acciones y en toda su vida.
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