En un mundo donde la complejidad y la grandiosidad suelen marcar el ritmo de nuestras vidas, es esencial recordar que el amor verdadero se manifiesta en la sencillez.
Solo cuando se ama de verdad, sobran muchas cosas. Esta es la señal más clara de que el amor es auténtico.En una relación genuina, los detalles minuciosos o incluso las palabras pueden pasar a un segundo plano.
Todo se transforma en la simple y hermosa cercanía de dos personas que se aman. Este deseo profundo de que el tiempo sea eterno, de que los abrazos no tengan fin, es la esencia misma del amor.Imaginar que el Creador de todo lo bello se haga pequeño y frágil para mostrar su amor en su forma más pura no resulta tan difícil.
Su amor se expresa en la cercanía, en la sencillez de un pan que se parte y se reparte. Es en estos gestos simples y llenos de significado donde reside la verdadera grandeza del amor.La sencillez, entonces, no es una falta de recursos o de imaginación, sino una elección consciente de mostrar el amor en su forma más pura y directa.
Y es en esa simplicidad donde el amor encuentra su máxima expresión, porque, al final, lo que realmente importa es la presencia y el cariño compartido, más allá de cualquier ornamento o artificio.
Comments