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Foto del escritorJesús Priciliano Jiménez Tapia

El Padre Marcial Aguillón Rodríguez Relata su Experiencia de Formación en Roma.


El padre Marcial Aguillón Rodríguez, sacerdote de la Diócesis de Tampico, se encuentra en Roma desde hace dos años, donde está realizando estudios de Teología Bíblica en la Universidad Gregoriana. Su estancia en la capital italiana es parte de una formación permanente que le ha sido encomendada por su obispo Mons. José Armando Álvarez Cano

Aguillón Rodríguez, quien vive en el Colegio Mexicano junto a otros sacerdotes de diversas Diócesis de México, describe su tiempo en Roma como una experiencia profundamente enriquecedora. “Aquí convivimos con personas de todo el mundo, compartiendo nuestra Fe y aprendiendo de cómo otros viven la suya”, expresó.

Los estudios en la Universidad Gregoriana se llevan a cabo en italiano, lo que ha supuesto un reto adicional para el padre Aguillón. Sin embargo, él ha aprovechado su tiempo en Europa no solo para especializarse en Teología Bíblica, sino también para aprender otros idiomas. Actualmente, está en Alemania participando en un curso intensivo de alemán y planea asistir a un curso de Teología Bíblica en Tierra Santa en el futuro cercano.

La vida diaria en Roma también ha ofrecido al padre Aguillón la oportunidad de acercarse al Papa Francisco en varias ocasiones. Ha asistido a audiencias generales y, en una ocasión especial, participó en una audiencia privada donde pudo conversar directamente con el Santo Padre. Esta experiencia, según Aguillón, ha sido una de las más emotivas de su estancia en Roma.


A pesar de la riqueza de su experiencia en Roma, el padre Aguillón confiesa que su corazón sigue estando en México. Aunque reconoce que, por obediencia, podría aceptar quedarse en Europa si su obispo se lo pidiera, su deseo es regresar a su país para continuar sirviendo a su comunidad.

Finalmente, Aguillón Rodríguez ofrece un consejo a los seminaristas y futuros sacerdotes: "Que continúen su proceso de discernimiento y se preparen bien, porque la sociedad nos exige ser sacerdotes bien formados para servir mejor al pueblo". Para él, la clave está en no perder de vista que toda la formación debe estar siempre orientada al servicio de la Iglesia y la unidad de la comunidad cristiana.


 

EL Padre Marcial Aguillón nos narra su vivencia en en Roma


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