Este jueves por la tarde, la iglesia parroquial de San José fue el escenario de una sentida misa de cuerpo presente en memoria del Padre Anselmo Lucio Álvarez, mejor conocido como el Padre Chemo, quien falleció el miércoles 4 de septiembre. La ceremonia fue presidida por Mons. José Armando Álvarez Cano, Obispo de Tampico, quien destacó la vida y legado del sacerdote.
Con profundo respeto y devoción, seres queridos y miembros de la Diócesis de Tampico se reunieron para dar el último adiós al Padre Chemo, un pastor muy querido por su comunidad. Durante su homilía, el Obispo José Armando enfatizó la esperanza cristiana de la resurrección, subrayando que el Padre Chemo ahora vive la plenitud del mensaje que proclamó durante su ministerio.
"Qué hermoso es poder disfrutar y vivir ahora en plenitud, como lo hace el Padre Anselmo en este momento de gloria y de paso, porque eso es lo que celebramos el día de nuestra muerte: el paso", señaló el Obispo, reflexionando sobre el sentido trascendental de la vida cristiana y la promesa de la vida eterna.
La misa, marcada por la fe y la emoción, contó con la participación de numerosos feligreses que acompañaron al Padre Chemo a lo largo de su trayectoria. Entre ellos, muchos recordaron su labor pastoral como primer párroco de la iglesia San Juan Bautista en la colonia Enrique Cárdenas González, conocida como “Germinal”, y su más reciente servicio en la parroquia de San José, donde fue nombrado párroco en 2021. Al final de la celebración, una lluvia de aplausos llenó el templo, en homenaje al sacerdote que entregó su vida al servicio de Dios y su pueblo.
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