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MONS. JOSÉ ARMANDO ÁLVAREZ CANO, INVITA A RENOVAR EL AMOR DIVINO EN NAVIDAD.
En su mensaje navideño, Monseñor José Armando Álvarez Cano, destacó el verdadero sentido de la Navidad, que se encuentra en el amor infinito de Dios hacia la humanidad. Durante su discurso, reflexionó sobre el profundo significado de la celebración cristiana y cómo este debe impactar la vida cotidiana de los fieles.
"El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros", inició su mensaje, haciendo eco de las palabras del Evangelio de San Juan, y pidiendo a los creyentes que abran sus corazones para recibir el amor divino. Monseñor Álvarez Cano recordó que la Navidad no es solo una festividad de regalos materiales, sino un recordatorio de la entrega incondicional de Dios a través de su Hijo. "Tanto amó Dios al mundo, que le envió a su propio Hijo, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna", citó el obispo, subrayando el acto de amor puro y salvador que fundamenta la fe cristiana.
A lo largo de su emotivo mensaje, el Obispo subrayó que el amor de Dios es el pilar de esta época. Sin embargo, también destacó que "no se trata de cualquier amor, sino de un amor abundante, infinito, que lleva a Dios a entregar lo más querido para Él, su Hijo". Para Monseñor Álvarez, este amor divino es la verdadera razón de la alegría navideña. "Ese es el sentido más profundo de nuestra alegría en este tiempo de Navidad", afirmó con convicción.
El Obispo también hizo una invitación a reflexionar sobre el amor que Dios nos ofrece, un amor que precede al nuestro. "En esto consiste el amor, no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó primero y nos envió a su Hijo", recordó, citando nuevamente a San Juan. Esta afirmación invita a los fieles a reconocer que el primer paso hacia una vida cristiana plena es recibir ese amor divino, más allá de los esfuerzos humanos por amar a Dios.
"El amor de Dios ha de manifestarse en nuestra vida diaria", continuó Monseñor Álvarez, señalando que el verdadero amor divino no se encierra, sino que busca llegar a todos, especialmente a los más humildes y necesitados. "La Navidad nos lleva a renovar ese gran amor de Dios por nosotros y a llenar nuestros corazones con la abundancia de su gracia", afirmó.
Finalmente, el Obispo concluyó su mensaje con una oración para todas las familias. "Mi oración es para que esta Navidad esté llena de la gracia y el amor de Dios, y que el próximo año sea pleno de bendiciones para todas las familias".
Además, invocó la intercesión de la Virgen Inmaculada, pidiendo que ella guíe a todos los creyentes hacia un encuentro profundo con su Hijo. Con estas palabras, Monseñor José Armando Álvarez Cano nos invita a vivir la Navidad no solo como una tradición, sino como una renovación del amor divino que transforma vidas y corazones.
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