Durante la homilía dominical, Monseñor José Armando Álvarez Cano, Obispo de Tampico, hizo un llamado a la comunidad católica a revalorar la Eucaristía, enfatizando su importancia como fuente y meta de la vida espiritual. Ante una congregación atenta, el obispo abordó temas de actualidad y su impacto en la fe y la vida familiar.
"Estamos viviendo tiempos difíciles, donde la guerra, la violencia y la crisis de valores afectan a nuestras familias y jóvenes", señaló Monseñor Álvarez Cano. Durante su sermón, subrayó la creciente influencia de las redes sociales y los medios audiovisuales, destacando que estos han desviado la atención de la sociedad de lo verdaderamente esencial. "El demonio ha puesto este aparato en nuestras manos que nos distrae y nos presenta cosas aparentemente hermosas, pero que nos alejan de Dios y de la vida espiritual", advirtió.
El obispo recordó a los fieles la centralidad de la Eucaristía en la vida cristiana, citando las palabras de Jesús en el Evangelio: "Yo Soy el Pan de Vida; el que come mi carne y bebe mi sangre tendrá vida eterna". Al respecto, Monseñor Álvarez Cano explicó que la falta de este alimento espiritual está debilitando la fe de las familias y la sociedad en general. "El Señor nos dice que quien no come su carne y no bebe su sangre, no tiene vida. Y eso es lo que está pasando en nuestras familias y en nuestra fe", afirmó con preocupación.
Durante la homilía, Monseñor Álvarez Cano también hizo referencia al reciente resurgimiento de la historia de los jugadores sudamericanos que, tras un accidente aéreo, recurrieron al canibalismo para sobrevivir. Comparó el escándalo que generó este hecho con la reacción de la gente en tiempos de Jesús al escuchar sobre el consumo de su carne y sangre. "Los judíos no comprendían que Jesús hablaba de la Eucaristía, de su cuerpo y su sangre reales", explicó.
El obispo concluyó su mensaje instando a la comunidad a valorar la Eucaristía como lo hicieron los grandes santos, quienes la consideraban su fuerza y alimento espiritual. "La Eucaristía es la fuente y la meta de nuestra vida, un camino de santidad y de vida espiritual", recalcó Monseñor Álvarez Cano, exhortando a los fieles a acercarse a este sacramento con devoción y reverencia.
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