El obispo, Mons. José Armando Álvarez Cano, presidio una conmovedora misa en la parroquia de la Santa Cruz, con motivo de la fiesta parroquial en compañía y su párroco el Pbro. Ángel Santiago Vargas Uribe y toda la comunidad cristiana.
Ante una congregación ferviente, el obispo Álvarez Cano pronunció una homilía cargada de emotividad y reflexión. Durante su mensaje, destacó la importancia de la comunidad cristiana y expresó: "Ofrecemos la eucaristía por toda nuestra comunidad cristiana, por todas sus familias, por sus enfermos, y por todos nuestros seres queridos. No podemos dejar de pensar también en las personas que perdieron la vida en acontecimientos recientes. Estarán siempre en nuestro corazón, estarán siempre presentes en nuestra oración".
Monseñor manifestó la necesidad de profundizar en el misterio de la Santa Cruz, resaltando su significado como símbolo de obediencia y fe en Dios. "La cruz es nuestra salvación, es el camino hacia la redención", enfatizó. Además, hizo hincapié en el papel de la comunidad en la santificación, afirmando: "La gente buena nos santifica, nos alegra. Es a través de nuestras acciones y nuestra fe que encontramos la verdadera felicidad".
La ceremonia estuvo marcada por momentos de reflexión y oración, en los que los fieles se unieron en solidaridad y devoción. La presencia del obispo Álvarez Cano, con sus palabras reconfortantes y su liderazgo espiritual, dejó una huella profunda en los corazones de los asistentes, recordándoles la importancia de la fe y la comunidad en tiempos de adversidad.
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