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La Parroquia de San Pedro y San Pablo celebró la consagración de su nuevo Altar en el marco de los 50 años como templo. La ceremonia fue presidida por el Obispo de la Diócesis de Tampico, Monseñor José Armando Álvarez Cano. A la ceremonia asistieron sacerdotes invitados y el párroco Gustavo Solis Guillú.
En una emotiva ceremonia celebrada este fin de semana, la parroquia de San Pedro y San Pablo vivió un momento histórico con la consagración de su nuevo Altar. La celebración fue presidida por Monseñor José Armando Álvarez Cano, Obispo de la Diócesis de Tampico, quien destacó la importancia de este acto litúrgico para la comunidad Católica local.
El evento contó con la presencia de sacerdotes invitados, así como del párroco, el Padre Gustavo Solis Guillú. Durante la homilía, Monseñor Álvarez Cano resaltó la relevancia del altar como centro de la vida litúrgica y espiritual de la Parroquia, exhortando a los fieles a fortalecer su fe y participación en la comunidad.
La consagración del nuevo Altar fue un acontecimiento que congregó a numerosos feligreses, quienes manifestaron su alegría y agradecimiento por la renovación de este espacio sagrado.
La ceremonia incluyó la tradicional unción del Altar con óleo santo, la incensación y la colocación de reliquias de santos. Al finalizar la ceremonia, el párroco Gustavo Solis expresó su gratitud a Monseñor Álvarez Cano y a todos los presentes, destacando que el nuevo altar simboliza un renovado compromiso de la Parroquia con su misión Evangelizadora y de servicio a la comunidad.
Este significativo evento marca un nuevo capítulo en la vida de la Parroquia de San Pedro y San Pablo, reafirmando su papel como un lugar de encuentro y crecimiento espiritual para todos sus feligreses.
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