En un evento marcado por la solemnidad y la esperanza, la Diócesis de Tampico proclamó su Segundo Plan Diocesano de Pastoral, que guiará las acciones de la Iglesia local en los próximos años. Monseñor José Armando Álvarez Cano, Obispo de la Diócesis, enfatizó la necesidad de unidad y de la participación activa de los laicos en la implementación de este Segundo Plan Diocesano de Pastoral, diseñado para responder a los desafíos actuales de la sociedad y de la Iglesia.
Durante la entrevista previa a la proclamación, Monseñor Álvarez detalló los siete ejes fundamentales del Plan, subrayando que la familia es la prioridad central, seguida por la atención a los jóvenes y adolescentes, las vocaciones, y la comunicación.
"La comunicación es tan necesaria y tan importante", señaló.
Destacando su papel clave en el fortalecimiento del tejido eclesial. Además, mencionó la importancia de la Religiosidad Popular y el Espíritu de Comunión como elementos esenciales para la vida de las parroquias.
"Estas prioridades fueron el resultado de un diálogo profundo con la gente durante tres años", explicó el obispo, subrayando que el Segundo Plan Diocesano de Pastoral fue construido a partir de las necesidades expresadas por las mismas comunidades.
En su homilía, Monseñor Álvarez reflexionó sobre el sentido del Segundo Plan Diocesano de Pastoral, destacando que es un camino común para todas las parroquias y que busca involucrar a cada miembro de la Diócesis.
"Nuestro plan quiere abarcar a todas las personas... Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad", afirmó, conectando el propósito pastoral con el mensaje del profeta Isaías, quien habla de la universalidad de la salvación.
El Obispo comentó que el trabajo pastoral no puede quedar en manos solo de los sacerdotes, sino que los laicos, especialmente los jóvenes y las familias, deben asumir un papel protagónico: "El trabajo es mucho y los operarios son pocos... pero si cada uno de nosotros trabaja por el Reino de Dios, el Señor puede hacer maravillas". Recordó que, aunque hay retos, "Cristo empezó con doce y ahora somos una inmensidad". Monseñor Álvarez alentó a la comunidad a caminar unida y a superar las dificultades que pueden surgir en la colaboración: "El Señor quiere que la unidad sea el signo de nosotros para que permanezcamos unidos".
La Proclamación del segundo Plan Diocesano de Pastoral también fue una oportunidad para agradecer a quienes han trabajado en el desarrollo del mismo, y Monseñor Álvarez expresó su gratitud a los laicos que han sido parte activa en este proceso: "Los laicos tienen que animarnos más, apoyar y ayudarnos". El obispo pidió a la comunidad mantener el entusiasmo y el compromiso en la ejecución del plan, reafirmando que la misión de la Iglesia es hacer que "todos conozcan, amen y se llenen de Dios".
Con un sentido mensaje de unidad, comunión y misión, Monseñor Álvarez concluyó su homilía instando a todos los fieles de la diócesis a trabajar juntos por la construcción de una Iglesia viva y relevante para las personas de la región. El evento finalizó con la bendición del obispo, quien pidió al Espíritu Santo que siga iluminando el camino de la Iglesia en Tampico.
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